Desde el 1° de enero, los prestadores de salud comenzarán a cobrar un prepago del nueve por ciento del valor de cada prestación a pacientes de empresas de medicina prepaga y obras sociales del personal de dirección.
La Federación de Prestadores de Salud (FAPS) argumentó que la medida se debe a la crítica situación que atraviesa el sector. De acuerdo a la entidad, los hospitales, clínicas, sanatorios, servicios de emergencia médica, geriátricos y otros establecimientos trabajan “con ingresos regulados y atrasados respecto a la inflación, lo que genera un desfasaje económico que pone en peligro la sostenibilidad del sistema”.
A causa de la suba de los costos y la falta de cumplimiento por parte de las prepagas y obras sociales de dirección, los prestadores se vieron obligados a buscar una alternativa, según advierten. Por eso, en adelante, los afiliados que hasta el momento no abonaban por los servicios de salud tendrán que abonar copagos.
De acuerdo a la FAPS, se recibieron al menos tres comunicaciones de las empresas de medicina prepaga más importantes del país en las que admitían que no iban a poder afrontar los aumentos previstos en las prestaciones a partir de enero próximo. Entre otras, se menciona a Cemic, Femedica, Galeno, Medife, Swiss Medical, Medicus, Omint, Obra Social Luis Pasteur y OSDE.