En un contexto de escasez de recursos, los intendentes han decidido mantenerse firmes en su estrategia de incrementar diversas tasas municipales con el objetivo de aumentar la recaudación. Además de la conocida tasa de seguridad e higiene, han surgido impuestos creativos como la “contribución forestal”, aplicada por la plantación de árboles, y el “impuesto al calco”, que se cobra por exhibir medios de pago en las vidrieras. Entre estas medidas, se destaca la generalización de la tasa vial, que se aplica sobre el precio de venta de combustibles en las estaciones de servicio.

Aunque esta tasa comenzó a implementarse a mediados de la década de 2000, principalmente en el corredor norte del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), en el último año su aplicación se ha extendido a todos los municipios. Además, ha pasado de ser un monto fijo en pesos a un porcentaje del precio de venta, como respuesta al impacto de la inflación.

Esta es otra de las medidas implementadas por los intendentes, que se suma a las recientes quejas de supermercados y mayoristas ante el incremento de la tasa de seguridad e higiene.

Municipios como Quilmes, Lanús, Almirante Brown, Luján y Pilar comenzaron a aplicar la tasa vial este año, según un relevamiento de la Federación de Empresarios Combustibles de la República Argentina (Fecra). En todos estos casos, se impone un porcentaje del 2% sobre el precio de venta, lo que incrementa aproximadamente $14 el costo del litro de nafta y gasoil.