Tras 27 años de actividad, mañana llegará a su fin el navegador Internet Explorer. En tanto se buscará potenciar a su reemplazante, Microsoft Edge, que se encuentra activo en la mayoría de los dispositivos que cuentan con Windows.
El año pasado, la compañía anunció el fin del soporte del navegador por parte de los servicios de su ecosistema en línea Microsoft 365. En ese momento indicó que la aplicación de escritorio Explorer dejaría de ser compatible para algunas versiones de Windows 10.
Desde la empresa señalaron: “Con Microsoft Edge, brindamos un camino hacia el futuro de la web sin dejar de respetar el pasado de la web. El cambio era necesario, pero no queríamos dejar atrás aplicaciones y sitios fiables y que aún funcionan”.
En el comunicado, también se explicó que Edge no sólo ofrecía mayor seguridad y era más moderno que su predecesor, sino que garantiza “la compatibilidad con sitios web y aplicaciones antiguas y heredadas de otros programas”.
Cuando comenzó a funcionar en 1995, Explorer era el navegador de referencia. Así mantuvo ese estatus durante varios años.
Sin embargo, fue perdiendo su liderazgo ante Google Chrome. Al mismo tiempo, el público también se inclinó por propuestas como las de Firefox y Safari, difuminando la presencia del histórico navegador.