Las sirenas antiaéreas sonaron este miércoles en Kiev luego de que el Ejército de Ucrania advirtiera que estaba reforzando defensas en ciudades cercanas a la capital y otras del sur y el este del país.

En tanto, las autoridades ucranianas informaron que Moscú acordó un nuevo alto el fuego de 12 horas a lo largo de varias rutas, o “corredores humanitarios”. Se busca evacuar a civiles de ciudades como la sureña Mariupol, escenario de una de las situaciones más cruentas desde el inicio de la invasión rusa, que comenzó 14 días atrás.

Como consecuencia de los ataques fueron destruidos edificios y Mariupol quedó sin agua, electricidad, calefacción, servicios telefónicos y de cloacas. Autoridades locales planean cavar fosas comunes para los muertos y la Cruz Roja señaló que la gente derretía nieve o esperaba que lloviera para poder beber.

Se calcula que entre militares y civiles murieron miles de personas durante estas dos semanas. Por su parte, el presidente ruso Vladimir Putin sostiene que la invasión tiene como objetivo proteger a ucranianos rusoparlantes del Gobierno de Kiev e impedir que Ucrania ingrese a la OTAN.