Este viernes Jair Bolsonaro brindó su último discurso como presidente de Brasil, ya que el 1 de enero de 2023 Lula Da Silva asumirá el cargo.

Entre otras cuestiones, el mandatario apoyó las protestas frente al Cuartel General del Ejército, en Brasilia. Sin embargo, repudió la violencia.

Entre lágrimas, Bolsonaro se despidió tras estar cuatro años al frente del gobierno brasileño como principal opositor de Da Silva.

En ese marco, dijo:

“El mundo no termina el 1 de enero, no hay un todo o nada, hay que tener inteligencia y mostrar que somos diferentes a ellos, que respetamos la ley y la Constitución”.

Asimismo, el ultraderechista expresó:

“Di mi sangre y mi vida por Brasil, si de algo sirvió mi gobierno es haber atrasado cuatro años la llegada nuevamente de la izquierda”.