La portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti, admitió que el 6,6 por ciento de inflación de febrero “es un dato que nos parece malo, malísimo”.

Sin embargo, resaltó que el Gobierno “sigue con su compromiso firme para que vaya bajando”.

Asimismo, la funcionaria justificó el aumento a “cuestiones estacionales”, por caso la incidencia de la sequía en el incremento del precio de la carne.

Otros factores que mencionó incluyen la imposibilidad de regular los precios de telefonía e Internet por “presentaciones que hicieron en la Justicia los representantes de los grandes medios”.