En Ramos Mejía, una multitud de vecinos acompañó en su reclamo de seguridad y justicia a los familiares y amigos de Roberto Sabo, el quiosquero que fue asesinado el domingo por una dupla de asaltantes que ingresó a su negocio, situado en pleno centro de esa localidad.
Ayer, a las 19 horas, los manifestantes se acercaron a la comisaría local con el objetivo de protestar por el crimen de Roberto, de 45 años. En los alrededores de la seccional, situada sobre Avenida de Mayo al 500, los esperaba un fuerte operativo policial.
Algunas de las personas que participaron de la movilización intentaron superar el límite impuesto por los efectivos, que previamente habían colocado un amplio vallado para resguardar la comisaría. En ese contexto, se desataron forcejeos, por lo que las fuerzas de seguridad comenzaron a lanzar gases lacrimógenos para disuadir a la multitud.
Por su parte, el ministro de Seguridad bonaerense Sergio Berni vinculó el asesinato del comerciante con “un sistema que no funciona, que tiene que ver con lo cultural y lo económico y en el concepto de autoridad”, por lo que aseguró que no se trata de un “problema policial”.